Page 134 - Panorama general de los linchamientos en Puebla_online
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herramienta filosófica, conviene que el trabajo fenomenológico se nutra de un
esfuerzo interdisciplinario que tenga, en la observación de cariz sociológica, un
asiento firme para aportar las reflexiones necesarias que conduzcan a hacer frente a
tan trágico fenómeno.
Partiendo de esas premisas, en este capítulo presentamos, inicialmente, los
preliminares que contienen una serie de precisiones estadísticas y algunos primeros
visos conceptuales y de interpretación general que nos ponen en concordancia con
otros estudios que se han realizado en torno a los linchamientos. Posteriormente, nos
ocupamos en mostrar las motivaciones existentes en este fenómeno, así como algunas
formas de representación, acerca de lo que socialmente se entiende por inseguridad
y justicia, de los aspectos semánticos y simbólicos vinculados con la ocurrencia de
los linchamientos. A continuación, extendemos una reconstrucción modélica de las
fases de un linchamiento, en la cual ofrecemos algunos comentarios aclarativos,
para terminar con una interpretación en la que presentamos las concordancias
del linchamiento con la tortura, al presentar ambos fenómenos, según nuestra
perspectiva, algunas cercanías en lo que se refiere al contenido psíquico y subjetivo
de quienes los ejecutan.
B. PRELIMINARES
I. Subjetividad y tragedia
El repique de campanas, los silbatos y los gritos de la gente me despiertan,
sobresaltado. Son las dos de la mañana. A esas horas, solo el ruido de los
coches que atraviesan el periférico rompe la calma. Pero, esta noche, algo
más ocurre.
Las campanas de la pequeña iglesia y los silbatos no dejan de sonar. Se
oyen pasos de gente corriendo entre las calles y gritando: Se fueron por
allá, vamos a rodear a esos hijos de puta. Que no se escapen. El ruido de
palos o tubos raspando las cortinas de metal de los comercios y las casas
me genera un terror inusitado.
No me atrevo a salir. La tensión invade las calles, mi propio cuarto, a mí
mismo. ¿Qué diablos está ocurriendo? ¿Puedo hacer algo? Solo diez
minutos después, las campanas ya no suenan, ya no se oye a nadie
corriendo, aunque todavía hay gente por las calles. A través de la ventana,
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