Page 149 - Panorama general de los linchamientos en Puebla_online
P. 149

el proceso, tal como ocurrió con el linchamiento de dos encuestadores en Ajalpan,
             Puebla, en 2015, cuando desde semanas antes se había advertido en redes sociales
             de la presencia de “robachicos” en el poblado. Pese a que se había explicado
             que los jóvenes no eran responsables, los atacantes decidieron no reparar en ello;
             definitivamente  esos  eran  los  temidos  secuestradores  y  para  ello  no  importaba
             de dónde viniera la información; así, los responsables mostraban una completa
             indisposición a considerar la posibilidad de estar actuando en forma precipitada.

                     III. El sentido de otredad


                     No ser reconocido como miembro de la comunidad suele ser un agravante
             fundamental para la despersonalización del o de los sujetos. El no reconocimiento,
             la falta de familiaridad, la no identificación de conocidos comunes que sirvan como
             puntos de referencia sirven como medio de objetivación y pueden desactivar
             cualquier principio de empatía que pudiera fungir como medida de contención
             ante la perpetración de la violencia. La persona atacada pierde ante las otras su
             condición de humanidad, de semejante; en su posición de extraña, se convierte en
             el enemigo, en una abstracción; su condición de ser humano se desvanece ante su
             presunta criminalidad; a través de una, se castiga el todo, el delito, el crimen, el mal.


                     Esta objetivación del sujeto permitirá e incrementará el daño que se le infringe
             al deshumanizarlo,  al no  ser  visto como  semejante.  A  medida que  las huellas del
             castigo se hagan evidentes, el propio cuerpo dejará de parecer humano, las palabras
             dejarán de ser articuladas y se convertirán en gritos, en gemidos, en silencio. Lo que se
             seguirá castigando ya no es alguien; se ha convertido en algo. La deshumanización y
             el sentido de otredad se habrán completado.

                     IV. La convocatoria

                     A partir de las condiciones previamente creadas, cualquiera que aparezca
             como ajeno a la comunidad aparecerá, a los ojos de quienes se sientan amena
             zados, en calidad de sospechoso. Del mismo modo que los iniciadores del rumor se
             difuminan durante el proceso, los iniciadores de la revuelta se difuminan en la multi
             tud. Dado que rumor, convocatoria y acto pueden ocurrir en momentos distintos, los
             iniciadores de cada uno pueden ser los mismos, algunos de ellos, u otros distintos. Sin
             embargo, del mismo modo que reconocemos varias fases del proceso, también iden


                                               ~ 149 ~
   144   145   146   147   148   149   150   151   152   153   154