Page 151 - Panorama general de los linchamientos en Puebla_online
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Estos niveles de participación se extienden al siguiente grupo incrementado.
A mayor cantidad de participantes, mayor será la distancia entre el agredido y la mul
titud periférica y menor su capacidad de agresión directa, aunque, en contrapartida,
mayor será el efecto causado sobre aquél. En su carácter de acción no plenamente
planificada, las circunstancias se van desarrollando de acuerdo con la inercia de los
acontecimientos. El nivel de participación puede modificarse en distintos momentos,
del mismo modo en que se van modificando las acciones, las decisiones, las inten
ciones y los objetivos. El cambio de escenario, el movimiento, los distintos momentos
que se construyen a medida en que ocurre el fenómeno también reconfiguran la
ubicación y los roles de los participantes. En el proceso, pueden surgir nuevos líderes
y desvanecer a otros; a su vez, pueden surgir nuevos verdugos y nuevas formas de
ejecución.
Además de los participantes directos, con sus distintos roles, podemos supo
ner a otros que observan a la distancia, hablando entre sí, en silencio u oponiéndose
a lo que ocurre, pero sabiendo que no son capaces de evitarlo. Incluso dentro del
grupo actuante puede haber voces que tratan de minimizar el daño o evitarlo, no
obstante, suelen ser acallados por la multitud enardecida. La acción del grupo supe
ra a la acción individual.
VI. La aprehensión
Desde el primer momento, la aprehensión es un acto violento, sin propensión
ni al diálogo ni a la negociación. La voz del aprehendido se desvanece y es acallada
por la turba; sin posibilidad de defensa ni de comprobación, el juicio y el veredicto ya
están dados de antemano. El castigo comienza en el momento mismo de la aprehen
sión. Las injurias, insultos, golpes y vejaciones ocurren simultáneamente, lo que impide
cualquier intento de huida o de defensa y supone a su vez la clausura casi total de
una petición de clemencia o cordura de parte del resto.
Lo anterior porque, como indica Pérez, cualquier postura que contradiga
el proceder de los victimarios se percibe como una amenaza “que desacredita los
sentimientos e impresiones del tumulto y que rompe con la verdad de las personas
ahí reunidas; por lo que blindar las acusaciones resulta ser una acción indispensable
para responsabilizar a los acusados y así evitar enfrentarse con su propia locura
y delincuencia” (2022: 106); habrá que agregar que esto a su vez expresa la
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