Page 160 - Panorama general de los linchamientos en Puebla_online
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F. A MODO DE CONCLUSIÓN
Hemos realizado en el presente texto una visita a las reflexiones que nos
permitieron enriquecer lo que llamamos fenomenología del linchamiento. El caudal
de significados, interpretaciones y elementos simbólicos que podemos alumbrar
con la percepción de los hechos es enorme, si consideramos que ese universo de
interpretaciones se complejiza con los contenidos en el inconsciente de los victimarios,
lo cual debe ser tomado en cuenta para evitar que el análisis del linchamiento se
limite a un ejercicio descriptivo, anecdótico, ético o meramente jurídico-penal. Siendo
estos últimos aspectos fundamentales, también lo es el indagar en los elementos
subjetivos que pueden ayudarnos en la explicación del proceder de los sujetos y de
las colectividades, para que esa intención de hacer frente a tan dramática realidad
tenga un asiento teórico y analítico suficientemente robusto a la hora de generar
las alternativas que le hagan frente desde el Estado y desde las políticas públicas
correspondientes. A esto debe sumarse, desde el nivel de gran escala y largo plazo,
la crítica que exija una transformación de las dinámicas sistémicas, como son las
marcadas por el modelo de reproducción económica, el cual, en particular en las
últimas cuatro décadas, ha mostrado un enorme poder de exclusión y precarización
de sectores y poblaciones enteras, lo que se presenta como un ejemplo de amplio
alcance de una violencia estructural que golpea con toda fuerza a los más vulnerables
y marginados.
Detrás de lo impactante del acto en sí, reconocemos distintos niveles de
construcción del fenómeno que se va alimentando durante días, meses, e incluso
años, y que derivan en un acontecimiento cuyas consecuencias son funestas, no
solo para las víctimas de los linchamientos sino también en los habitantes de las
comunidades en que estos eventos ocurren. Reconocemos también distintas etapas
en el proceso, desde la gestación de condiciones previas y su convocatoria, hasta
su ejecución, exhibición e inmolación, como un acto ejemplificador en nombre de
acontecimientos previos, presentes y por venir. Así mismo, reconocemos distintos
niveles de participación dentro de la multitud, de acuerdo con los distintos momentos
y con los diversos roles que se despeñan.
Finalmente, consideramos que una siguiente etapa, que complementaría
este ejercicio inferencial, sería la de indagar en forma directa con perpetradores de
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