Page 172 - Panorama general de los linchamientos en Puebla_online
P. 172

que debilitan a las instituciones democráticas,  violentan los derechos  humanos  y
        constituyen una forma de justicia que se funda en la agresión contundente contra las
        personas en su singularidad y contra la comunidad.


               Esto se puede incorporar con otras lecturas cercanas, como la sugerida por la
        Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanas y Degradantes
        (Resolución 39/46 de las Naciones Unidas), la cual establece que el linchamiento es
        una expresión pública que destruye la personalidad del (los/las) indiciado (s/as) de
        manera ilegítima y desdeña la dignidad intrínseca de todo ser humano. En esta línea,
        los tratos vejatorios, degradantes, crueles e inhumanos son formas en las cuales el
        linchamiento  se despliega: este  trasciende la dimensión individual  ya que puede
        transmitirse y reproducir los procesos de violencia. Si bien los linchamientos sugieren un
        ejercicio sui géneris de la justicia y de la reparación del orden social, e incluso jurídico,
        por  parte  de  particulares,  persiste el  carácter  ius cogens  de  la prohibición  de  los
        tratos crueles como los expresados por esos eventos. En este sentido, estas prácticas,
        como  se ha  señalado,  erosionan  las instituciones  y ninguna  sociedad civil puede
        considerarse liberada de tal prohibición, ni siquiera en situaciones de emergencia o
        en escenarios límite.

               Máxime cuando los procesos de transición democrática que se han estado
        viviendo en los últimos veinte años han estado acompañados por una sensación de
        violencia creciente, así como una serie de amenazas que tergiversan la convivencia
        democrática.  Para  Solís Delgadillo y Barrientos  del Monte  (2020)  los deslizamientos
        desde el poder ejecutivo, la corrupción generalizada, la representación política, la
        inoperancia gubernamental, el crimen organizado y las élites políticas y empresariales
        han consolidado las deficiencias institucionales que devienen en una democracia
        formal delimitada a los procesos de elección en los distintos espacios de gobierno.
        Las primeras décadas del siglo XXI han estado marcadas por un desconcierto ante los
        procesos de transición y alternancia (Díaz Jiménez, 2019). Con la llegada del Partido
        Acción Nacional, a través de Vicente Fox Quesada, a la presidencia se esperaba
        la supresión de las prácticas arraigadas de los gobiernos del Partido Revolucionario
        Institucional, pero  el sistema de partidos no logró  impregnar  una nueva cultura
        política; por  el contrario,  se  forjaron  procesos  de  cartelización  de  los sistemas de
        partidos, así  como del incremento  de los recursos públicos. Con cada elección,
        los  partidos  y  sus  representantes  recibían  mayor  financiamiento  federal  y  estatal,
        dinamizando nuevos mecanismos donde la proporcionalidad, las cuotas de género,


                                          ~ 172 ~
   167   168   169   170   171   172   173   174   175   176   177