Page 65 - Panorama general de los linchamientos en Puebla_online
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Entonces Roberto,  Miguel  y yo,  nos golpean  dentro,  los
                                    logramos convencer, hay una persona ahí dentro de la casa
                                    que era, como si fuera policía y él trato de controlar, convencer
                                    y no lo  logró, entonces les dicen,  esta persona, obedezcan
                                    porque por culpa de ustedes ya mataron al dueño de la casa
                                    y el dueño, cuando tumban la casa es al primero que matan,
                                    primero le dan un machetazo y después le disparan. —Pero
                                    ¿era habitante de ahí? —. Era su paisano, el señor que nos
                                    dio la posada es el Sr. Lucas García, es el primero que muere.
                                    Después están mis dos compañeros afuera y otra persona que
                                    yo no conocía y ya me enteré después de todo lo que pasó, el
                                    joven Odilón que tenía 17 años había sido invitado por Pedro,
                                    hermano de Lucas. Pedro trabajaba en México junto con este
                                    joven Odilón y lo acompañó a Canoa porque creo que iban a
                                    cobrar unos centavos y como lo vieron joven, creyeron que era
                                    parte de nosotros y lo mataron también, en sus lesiones tenía
                                    un balazo en su cara, a parte a todos, a parte de las lesiones
                                    que daban con machetes, con los palos, era una golpiza con
                                    de mucho con palos y con golpes, y entonces por eso fueron
                                    cuatro  muertos  ese día,  el Sr.  Lucas, mis  dos  compañeros  y
                                    Odilón (González, 2022).


             Parecen necesarias las estrategias de vida con base en la muerte del otro, máxime
             cuando está atravesado, marcado, signado por la enemistad. Los estigmatizados de
             uno y otro bando forjan el desvío que moviliza al poder. Desde el poder se fijan las
             situaciones de desventaja, de infortunio, de la imposibilidad y la incapacidad. Los
             elementos negativos y peyorativos forjan el campo vivo de los cuerpos y los territorios
             estigmatizados.

                                    No es por decreto,  infelizmente,  que se puede  deponer  el
                                    universo  de las  fantasías  culturalmente promovidas  que
                                    conducen, al final, al resultado perverso de la violencia, ni es
                                    por decreto que podemos transformar las formas de desear
                                    y  alcanzar  satisfacción,  constitutivos  de  un  determinado
                                    orden  socio-cultural,  aunque  al  final  se  revelen  engañosas
                                    para muchos. Aquí, el trabajo de la conciencia es lento pero
                                    indispensable.  Es  necesario  promoverlo,  instigarlo,  trabajar
                                    por una reforma de los  afectos y de las  sensibilidades  (…)


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