Page 67 - Panorama general de los linchamientos en Puebla_online
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¿Cómo regresar a la tierra donde la muerte llegó con violencia? ¿Cómo vivir entre
             quienes ofendieron hasta provocar la muerte? Tomasa García, la esposa de Lucas
             García García, identificó a 17 vecinos que mataron a su esposo delante de ella y de
             sus hijos. Identificó a quienes había levantado la mano con violencia con pretexto
             de  orden  y  seguridad.  El  pueblo  la  señaló  hasta  el  desprecio  por  identificar  a  los
             culpables, ella y sus hijos fueron perseguidos, acosados, temían ser desaparecidos
             (CNDH, 2022).

                          D. PARA LOS HECHOS DE CANOA, AÚN NO HAY JUSTICIA


                     El  testimonio de quien sobrevive  parece estar movido por una pasión  de
             memoria que trabaja entre el silencio y la palabra. Resiste a la indiferencia que se filtra
             en la vida cotidiana bajo diversas formas. Sorteando las seducciones del olvido se ha
             aprendido a escuchar las fisuras e intersticios de las palabras, de sus silencios, de sus
             vacíos. Julián González Báez ante la pregunta por la reparación del daño, responde:

                                    No  existe,  no lo hay. Es la misma sociedad y personas que
                                    quieren apoyar —el tejido  social—,  rescatan los  hechos y
                                    apoyan a difundir para que la gente conozca, identifique las
                                    causas que socialmente rompen con la paz. Lamentablemente
                                    las instituciones no han hecho nada, son las causas sociales las
                                    que rescatan lo que vale la pena y nos acercan, nos liberan y
                                    ayudan a perdonar. (González Báez, 2022).


                     La palabra sobrevive al desastre, a la violencia. En quien sobrevive se elogia
             a la vida y a la insistencia de la vida. Las palabras de los sobrevivientes corren el
             riesgo de ser sofocadas por la estridencia de los discursos mediáticos, institucionales,
             conmemorativos. Pero su palabra insiste, en voz baja, con micrófonos fallidos y en
             entrevistas olvidadas.  Ahí una narración  da sentido y se opone,  aunque sea por
             un instante,  a los emblemas del poder destructivo.  “Cuando lees una narrativa te
             imaginas a los personajes,  qué  pasaron y qué sienten,  muchos  temas te  hacen
             reflexionar y valen la pena cuando te sientes mal y vuelves a vivir” (González, 2022).
             La concepción de la cultura occidental se encuentra atravesada por la violenta que
             se organiza en nombre de la seguridad, la paz y la libertad. Pero “cuando lees una
             narrativa y te imaginas a los personajes, qué pasaron y qué sienten, (…) vuelve a
             vivir” (González, 2022). Ante la repetición compulsiva de la violencia se encuentra la


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